A finales del siglo XV y a partir de las primeras grandes expediciones y descubrimientos en África, las potencias europeas de la época (que recién estarían por encontrar la ruta hacia América en 1492) encontraron en la deportación masiva de africanos hacia las nuevas colonias americanas, un “modelo de negocio” triangular, que cambiaría la historia del mundo para siempre.

Hacia el continente americano serían llevados en las peores condiciones, millones de hombres, mujeres y niños africanos condenados a trabajar en las plantaciones y al servicio doméstico en las nuevas tierras. Sin ninguna posesión, mas que su espiritualidad, su música y sus tradiciones, encararían durante siglos, el más prolongado y nefasto crímen en masa de la historia. Sin embargo, esta desgracia también provocó algo maravilloso. Su llegada al “nuevo mundo”, significó también el inicio de la construcción de lo que hoy es la América que todos conocemos.

En la cosmogonía de estas comunidades desplazadas, el papel de la música y más específicamente de los instrumentos de percusión, era de vital importancia para poder comunicarse con sus dioses y divinidades. Cada pueblo, al proceder de distintos territorios de África, aunque con similitudes, tenían distintos tambores, golpes y cantos, los cuales al mezclarse y evolucionar a través del tiempo han llegado a convertirse en la gran mayoría de ritmos y formas musicales que escuchamos en la actualidad.

Entender e investigar a fondo estos toques de tambor y sus distintas evoluciones, abrirá en el panorama de cada persona interesada en la percusión, una idea más amplia de la historia y desarrollo de la percusión hasta nuestros tiempos.